
Viviendas en rehabilitación
Barcelona arrastra un déficit de más de 21.000 viviendas en 2024: la falta de oferta presiona los precios
La ciudad registra el mayor desequilibrio habitacional del país junto a Madrid, según un informe de las principales consultoras inmobiliarias
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Barcelona no consigue seguir el ritmo de su propia demanda residencial. En 2024 se dejaron de construir 21.148 viviendas necesarias para absorber los nuevos hogares formados ese año, según la Asociación Española de Consultoría Inmobiliaria (ACI).
Es el mayor desequilibrio del país junto con Madrid, que acumula un desfase aún mayor: 32.644 unidades.
El resultado: un mercado residencial tensionado, con precios al alza y un acceso cada vez más difícil a la vivienda, sobre todo para los jóvenes y las familias con rentas medias.
Más población, menos obra nueva
El informe de la ACI alerta de un problema estructural que se extiende más allá de las dos grandes ciudades.

Edificios de viviendas
En total, España arrastra un déficit de más de 134.000 viviendas frente al número de hogares creados. Solo en Alicante faltaron 9.143 viviendas; Baleares y Canarias acumulan otras 19.700.
La paradoja es que el número de hogares no dejará de crecer —se estima que habrá más de 53 millones de habitantes en España en 2035— pero la formación de nuevas viviendas no acompaña.
Las causas son múltiples: envejecimiento de la población, retraso en la emancipación, cambios en los modelos familiares y precariedad laboral.
"No basta con construir más"
El presidente de la ACI, Ricardo Martí-Fluxá, señala que España ha dejado de construir al ritmo de su población. Y lo que es peor: el problema no se soluciona solo con más grúas.

La promoción de vivienda protegida Illa Acer, en el distrito de Sants-Montjuïc
“Hace falta rehabilitar más, diversificar los tipos de vivienda —más pequeñas, más adaptadas— y repensar el urbanismo para atender a las distintas realidades del territorio”, advierte.
Reclaman un Pacto de Estado
La asociación, que agrupa a las principales consultoras inmobiliarias del país —y representa el 90 % del mercado—, exige un Pacto de Estado por la Vivienda. ¿El objetivo? Garantizar seguridad jurídica, estabilidad normativa y movilizar recursos públicos y privados para impulsar vivienda asequible.
Además, el informe apunta que en 2024 la mayoría de compraventas fueron de vivienda usada, debido a la escasez y el alto precio de la obra nueva, una tendencia que se repite en ciudades como Barcelona.
El mercado está roto, concluye el estudio, y necesita soluciones integrales que combinen planificación, regulación y financiación. Barcelona, epicentro del problema, no puede seguir ignorándolo.