Imagen panorámica de la ciudad de Barcelona / HUGO FERNÁNDEZ
Este es el barrio más pobre de Barcelona: casi 30.000 euros de renta media menos que en el más rico
La renta disponible por habitante en Ciutat Meridiana fue de solo 11.789 euros en 2022, mientras que en las Tres Torres alcanzó los 41.430 euros, según el último informe municipal
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Las desigualdades económicas en Barcelona no solo se sienten: se miden, y los últimos datos oficiales lo dejan claro.
En 2022, un vecino de Ciutat Meridiana —el barrio con menor renta disponible por habitante— vivía con casi 30.000 euros menos al año que uno de las Tres Torres, el barrio más rico.
Vista panorámica de calle Diagonal
Esta brecha resume la fractura social entre el norte y el sur de la ciudad, una distancia que también se refleja en las condiciones de vida, las oportunidades y la dependencia de las ayudas públicas.
Casi 30.000 euros de diferencia entre barrios
Barcelona cerró 2022 con una renta media disponible por habitante de 22.994 euros, un 4,9% más que el año anterior. A simple vista, una mejora.
Pero si se tiene en cuenta la inflación, que ese año fue del 7,6%, el balance real es negativo: los barceloneses perdieron un 2,6% de poder adquisitivo.
Panorámica de Barcelona
Aun así, la capital catalana se mantiene un 20% por encima de la media catalana, que se situó en 19.237 euros.
La renta disponible es el dinero que queda en los hogares una vez descontados los impuestos y las cotizaciones sociales. Su evolución y distribución reflejan con nitidez la desigualdad territorial.
Según el informe 'La renta de los hogares en Barcelona 2022', publicado por la Oficina Municipal de Datos (OMD), el barrio de las Tres Torres volvió a liderar el ranking con 41.430 euros por habitante, mientras que Ciutat Meridiana, en Nou Barris, quedó a la cola con 11.789 euros. La diferencia entre ambos extremos es de 29.641 euros anuales.
Sarrià-Sant Gervasi lidera; Nou Barris y Ciutat Vella, en la cola
Por distritos, Sarrià-Sant Gervasi volvió a ser el más acomodado, con 35.062 euros de renta media, un 52% más que la media de la ciudad.
En el extremo opuesto están Ciutat Vella y Nou Barris, con 16.838 y 16.872 euros, respectivamente. La brecha entre el distrito más rico y los más pobres supera los 18.000 euros por habitante.
Solo cuatro distritos (Sarrià-Sant Gervasi, Les Corts, Eixample y Gràcia) están por encima de la media, mientras que los seis restantes se sitúan por debajo.
En Gràcia, la renta es más homogénea entre barrios, a diferencia de distritos como Les Corts o Sant Martí, donde las diferencias internas son más acusadas.
¿De dónde salen los ingresos?
En Barcelona, los hogares obtienen la mayoría de sus ingresos de las remuneraciones salariales (56%), seguidas por las rentas mixtas (25%) —como las de autónomos o alquileres— y, en tercer lugar, las prestaciones sociales (19%).
En 2022, los salarios crecieron un 9,9%, las rentas mixtas un 10%, y las prestaciones sociales cayeron un 4,3%, después del fuerte aumento durante los años de pandemia.
Un espacio público de Sarrià-Sant Gervasi
La composición de los ingresos también varía según el nivel socioeconómico de cada barrio. En Sarrià-Sant Gervasi, por ejemplo, las rentas mixtas representan el 36% del total, mientras que las prestaciones sociales apenas llegan al 12%.
En Nou Barris, en cambio, las prestaciones suponen una cuarta parte de los ingresos familiares.
Secciones censales: la frontera invisible
La desigualdad es aún más visible si se analizan los datos por secciones censales. La más pobre está en el Besòs i el Maresme, con una renta de unos 9.500 euros, mientras que la más rica se encuentra en Pedralbes, donde se superan los 43.000 euros.
Las diez secciones más pobres de la ciudad se concentran entre el Besòs, el Raval y el límite norte de Nou Barris, mientras que las más ricas se sitúan por encima de la Diagonal, en las zonas altas del sur de la ciudad.
Desigualdad en aumento
Tras la reducción de la desigualdad registrada en 2021, impulsada por las ayudas de emergencia durante la pandemia, 2022 marcó un nuevo repunte.
El informe de la OMD explica que fueron los hogares en los extremos —los más ricos y los más pobres— los que más vieron crecer su renta, mientras que las clases medias quedaron estancadas.
Como resultado, la desigualdad regresó a niveles similares a los de 2015, cuando empezó un ciclo de incremento de la brecha social.
