
Viviendas en construcción
El Síndic de Greuges propone reconvertir pisos turísticos en alojamientos de urgencia para familias vulnerables
La propuesta encaja con el calendario del Ayuntamiento de Barcelona, que prevé que en 2028 cesen todas las licencias de uso turístico en pisos residenciales
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David Bondia plantea dar un uso social a las viviendas que perderán la licencia en 2028.
El Síndic de Greuges de Barcelona, David Bondia, ha propuesto este martes que parte de los pisos turísticos que dejarán de operar como tales en 2028, tras la prohibición municipal, se destinen a alojamientos temporales de urgencia (ATU) para familias desahuciadas y otras situaciones de emergencia habitacional.

Vivienda social en las 'Casernes' de Sant Andreu Barcelona
La sugerencia se incluye en el informe de oficio titulado “Alojamientos Temporales de Urgencia (ATU): Mejoras inaplazables y retos transformadores”, en el que se detectan “amplias carencias” del sistema actual y se reclama una gestión más eficiente y humana.
Un cambio de modelo
Actualmente, muchas de las familias que acceden a estos recursos de emergencia —muchas de ellas víctimas de desahucios o de violencia machista— se ven obligadas a vivir durante meses o incluso años en habitaciones de hostal o pensiones, a menudo de baja calidad y alejadas de sus redes de apoyo. Para Bondia, este modelo no garantiza condiciones de vida dignas, especialmente para los menores.

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El informe también cuestiona la subcontratación del servicio a operadores turísticos, como BCD Travel, y pide que no se renueve su contrato más allá de 2025.
En su lugar, el Síndic insta al consistorio a liderar un nuevo modelo de gestión conjunta y pública, en colaboración con la Diputación de Barcelona y el Área Metropolitana, para garantizar soluciones más estructurales y acompañamiento social.
“Debe haber una reflexión profunda. No se trata solo de dar un techo, sino de atender la situación de cada familia con sensibilidad y responsabilidad”, ha subrayado Bondia.
Hacia un uso residencial con justicia social
La propuesta encaja con el calendario del Ayuntamiento de Barcelona, que prevé que en 2028 cesen todas las licencias de uso turístico en pisos residenciales.
Bondia defiende que esta transformación puede ser una oportunidad clave para reforzar el parque de vivienda pública y social de la ciudad, en un momento donde las emergencias habitacionales se multiplican.
La iniciativa abre el debate sobre el futuro uso de los más de 10.000 pisos turísticos que dejarán de operar y plantea un enfoque proactivo y de justicia social para garantizar que nadie tenga que vivir indefinidamente en una habitación sin intimidad, sin espacio y sin proyecto de vida.