
Interior del restaurante Bar La Plata, en el Gòtic
Este es uno de los bares más míticos de Barcelona y es único en España: lleva años sirviendo solo siete tapas
Este local fundado en 1945 ensalza la gastronomía catalana desde el corazón del Gòtic, manteniéndose fiel a su alma de barrio
El bar histórico de Barcelona donde se inventó la ‘bomba’, una de las tapas más deliciosas de Catalunya
En pleno corazón del barrio Gòtic, entre callejones con siglos de historia, sobrevive uno de los bares más auténticos y emblemáticos de Barcelona: el Bar La Plata. Fundado en 1945, este diminuto local apenas ha cambiado en casi ocho décadas.
Su singularidad es absoluta en el panorama gastronómico español: solo sirve siete tapas, las mismas de siempre, con una fidelidad casi sagrada a la tradición. En una ciudad que vive al ritmo del turismo y la reinvención constante, La Plata resiste con su fórmula minimalista y su alma de barrio.
Las tapas de siempre
En el Bar La Plata, la carta es tan breve como mítica: apenas siete tapas que condensan la esencia de la cocina popular catalana. El pescadito frito es la estrella indiscutible, acompañado por clásicos como el pincho de butifarra o el pincho de anchoa, ambos sabrosos y directos.

Tapas del restaurante Bar La Plata del Gòtic
La ensalada sencilla y aliñada con vinagre de vino tinto aporta frescor, mientras que el pan con tomate es un homenaje al alma del tapeo catalán. Para los más hambrientos, la ración de anchoas o el cucurucho de pescadito ofrecen versiones generosas de los sabores más demandados.
Las anchoas, las de toda la vida
Las anchoas, jugosas y marinadas con ese toque de vinagre que las hace irresistibles, son el deleite de los amantes del pescado en toda su gloria mediterránea. Acompañadas por una rodaja de pan crujiente y una copa de vino local, las anchoas de La Plata son un homenaje a la simplicidad y excelencia gastronómica.

Gente haciendo cola para comer en el restaurante Bar La Plata del Gòtic
La botifarra, la joya de la corona
Pero no se puede hablar de La Plata sin mencionar su otra joya culinaria: la botifarra. Esta emblemática salchicha catalana, elaborada con carne de cerdo de primera calidad y especias cuidadosamente seleccionadas, es un festín para los sentidos.
Ya sea a la parrilla o a la plancha, la botifarra de La Plata es un manjar que conquista incluso a los paladares más exigentes.

Una tapa de botifarra en una imagen de archivo
En La Plata, la filosofía es simple pero contundente: calidad sobre cantidad, tradición sobre modas pasajeras. Cada tapa es una obra maestra en sí misma, resultado de años de experiencia y un profundo amor por la cocina.