
El edificio de Barcelona con más de 200 años que estuvo ligado a la Iglesia y ahora es residencia
El edificio de Barcelona con más de 200 años que estuvo ligado a la Iglesia y ahora es residencial: casi 700 m2 y tres plantas
Desde su origen eclesiástico hasta su adaptación como edificio residencial tras lasdesamortizaciones, este edificio de 1790 es historia de la transformación urbanística y social
El histórico edificio del corazón de Barcelona famoso por su peculiar llave: guarda detalles modernistas y neobarrocos
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En Barcelona hay fachadas discretas y llamativas, desconchadas y bien cuidadas, abandonadas y restauradas, pero todas ellas con historias que susurrar al oído de quien se detiene a escucharlas.
La del número 74 bis de la calle Sant Pere Més Alt, sale al paso de repente con sus suaves tonos verdosos reclamando atención.
Delicadeza que cautiva
No es su altura ni su color pastel lo que cautiva, sino la delicadeza de los esgrafiados que la visten.
Dos figuras blancas de aire clásico muestran sus encantos semidesnudas, cada una sobre un pedestal con la inscripción “Día 15” y “de Janer”. ¿Quizás la fecha de finalización de la obra o de una reforma?
Entre los balcones centrales del primer piso, ambas parecen interactuar desenfadadamente entre sí, rodeadas de motivos ornamentales, guirnaldas y cenefas florales que evocan un pasado de esplendor dieciochesco.
Son la elegante carta de presentación de la antigua Domería de Sant Pere, un tesoro escondido en pleno corazón del histórico barrio de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera.
Planta baja y dos alturas
Este edificio, de planta baja y dos alturas, tiene su alma ligada al Monasterio de Sant Pere de les Puel·les, a tiro de piedra y uno de los cenobios más antiguos de la ciudad.

Imagen de la fachada de la antigua domería
Porque una domería no es otra cosa que la residencia de un canónigo que disfrutaba de una prebenda eclesiástica.
Cambio drástico en el panorama eclesiástico
La construcción original se remonta a 1790. Y sus detalles decorativos, sofisticados y elegantes, son un claro indicador de la importancia de este lugar en su día, por su función clave en la vida monástica de entonces.
Un esplendor que se vio truncado en el siglo XIX, cuando las desamortizaciones trajeron consigo
un cambio drástico en el panorama eclesiástico español.
Estos procesos de expropiación y venta de bienes de la Iglesia por parte del Estado afectaron directamente a propiedades como esta, que, tras la desamortización, fue adquirida por el dueño de la finca colindante, el número 74.
Se estima que la domería dejó su función eclesiástica entre las décadas de 1840 y 1870, un periodo convulso para el Monasterio de Sant Pere de les Puel·les, cuyas monjas fueron exclaustradas y finalmente se trasladaron a Sarrià en 1879.
1900 como fecha de construcción
Aunque la estructura original data de finales del XVIII, los datos catastrales del actual número 74-B indican el año 1900 como fecha de construcción.
Un dato que sugiere que, tras su cambio de propiedad y función, el edificio experimentó una reforma o ampliación significativa a principios del siglo XX, para adaptarse a su nuevo uso residencial.
Hoy, el Catastro lo describe como una vivienda de 677 m² distribuida en tres plantas, una función residencial que ha perdurado hasta nuestros días.
Un testimonio tangible
Desde su origen eclesiástico y su conexión con uno de los monasterios más importantes de la ciudad, pasando por las turbulentas desamortizaciones, hasta su adaptación como vivienda, es un testimonio tangible de las transformaciones urbanísticas y sociales que han modelado Barcelona.
Un rincón que invita a detenerse, observar y descubrir las historias que la ciudad guarda entre sus piedras y sus paredes esgrafiadas.