Juancho, el perro vigilante que salvó la vida de su guía en una okupación en Barcelona
Juancho, el perro vigilante que salvó la vida de su guía en una okupación en Barcelona
El animal intervino en una agresión en San Pere de Ribes, arrinconando a uno de los atacantes, y permitió la detención de un fugitivo
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Juancho no es un perro cualquiera. Es un compañero de trabajo, un protector incansable y, desde este martes, 3 de junio, también un héroe reconocido oficialmente.
En el acto de conmemoración del 21º aniversario del Día de la Seguridad Privada, celebrado en el Teatre Sagarra de Santa Coloma de Gramenet, Juancho fue condecorado por su valiente actuación durante un incidente ocurrido el pasado 4 de diciembre de 2024 en el municipio de Sant Pere de Ribes (Barcelona).
Juancho, el perro vigilante, con Celia, una de las guías de PYCSECA
Actuación heroica
Aquel día, Juancho acompañaba a su guía, un vigilante de seguridad de la empresa Pycseca, cuando ambos se enfrentaron a una situación límite.
Un individuo había okupado un inmueble y, al ser sorprendido, reaccionó de forma violenta agrediendo al profesional. La intervención de Juancho fue decisiva: el perro logró acorralar al agresor, impidiendo que continuara la agresión y protegiendo a su guía, que quedó inconsciente en el suelo, hasta la llegada de los Mossos d’Esquadra.
Juancho, el perro vigilante condecorado en Santa Coloma
Papel clave
Gracias a la rápida y eficaz acción del animal, se evitó un incidente de mayor gravedad. Una vez detenido, los agentes informaron que el individuo se encontraba en busca y captura, lo que hizo aún más relevante la intervención del equipo canino.
El 21º aniversario del Día de la Seguridad Privada
La actuación de Juancho ha sido descrita como un ejemplo de “valor excepcional y compromiso admirable” en la solicitud de mención honorífica que se presentó en su nombre. Hoy, ese reconocimiento se ha materializado con una condecoración que pone en valor el papel esencial de los binomios hombre-perro --o mujer-- en el ámbito de la seguridad privada.
El caso de Juancho recuerda que, en muchas ocasiones, los protagonistas de los actos más valientes no llevan uniforme humano, pero sí collares con nombre.
