José Antonio Gras, el concejal de Sant Adrià, durante su entrevista con Metrópoli

José Antonio Gras, el concejal de Sant Adrià, durante su entrevista con Metrópoli SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

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José Gras, el concejal y arquitecto del cambio en Sant Adrià: "Ahora sí que se apuesta por el Besòs"

El regidor de Territorio Sostenible, Medio Ambiente y Bienestar Animal fichó por el gobierno municipal hace unos años y, desde entonces, se ha encargado de propulsar diferentes proyectos como el de las Tres Chimeneas o el desmantelamiento de Tersa

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Ordenado. Cada cosa en su sitio. Cada hoja en su montón. El despacho de José Antonio Gras es un reflejo --o eso aparenta-- de él mismo. Una persona metódica, que construye la casa por los cimientos, al contrario de por el tejado

Quizá por eso se ganó la simpatía de la alcaldesa de Sant Adrià de Besòs, Filo Cañete. Fue por allá en el 2022 cuando Gras decidió instalarse junto a su pareja en el barrio de La Catalana. Recaló en la ciudad después de pasarse la mayor parte de su vida recorriendo Europa. Y es que este arquitecto callosino --nacido en Callosa de Segura, Alicante-- de 36 años ha vivido en Inglaterra y también ha trabajado en Escocia o Alemania. "Quise ver mundo", explica. Pero la arquitectura lo trajo a Barcelona. Y el filón lo vio en Sant Adrià.

Un estudio de La Catalana

El actual cuarto teniente de alcaldía y concejal de Territorio Sostenible, Medio Ambiente y Bienestar Animal se despierta cada día a las 05:00 horas. No es solo la política la que inunda su día a día, detalla a Metrópoli. También es profesor en dos universidades y lidera algunos de los proyectos más ambiciosos del municipio.

José Antonio Gras durante la entrevista con Metrópoli

José Antonio Gras durante la entrevista con Metrópoli SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Todo empezó con una reunión con Filo Cañete hace unos años. Como un vecino más, Gras se preocupó por los problemas de La Catalana, que por aquel entonces tenía algunos solares municipales en completo desuso y una carencia de servicios latente.

Sigue siendo así, de hecho, pero el concejal realizó un estudio fundamentado para hacerle ver a la alcaldesa lo que sucedería en unos años en el barrio si la situación no mejoraba. Empleó un tono "estratégico", como él lo define, y eso captó la atención de Cañete, que tiempo más tarde lo fue a buscar. "Le gustó lo que propuse y me dijo que lo llevara a cabo". Y en esas está.

Apuesta por el Besòs

Gras está seguro de que actualmente "sí que se apuesta mucho por el Besòs". Admite que el color político --el rojo coincidente en la Generalitat de Catalunya y administración local-- ayuda, pero no echa por tierra el anterior trabajo de ERC, "que era difícil porque era un gobierno en minoría".

El concejal dice que explicar los problemas es necesario, "pero tiene que ir acompañado siempre de propuestas". Quejarse sin más, asegura, no funciona. Y la unión entre municipios también es importante, "ir todos a una". Badalona y Santa Coloma de Gramenet especialmente, con quienes se "comparte la realidad".

Una ruta clara, el desafío

Así que cuando Gras aterrizó en Sant Adrià en seguida supo que el mayor reto sería establecer una "planificación y estrategias de ciudad claras": "Faltaba un discurso que permitiese explicar fuera los proyectos del municipio".

Una ruta que asegura que el consistorio ya tiene. A la vista está, ejemplifica, el interés "desmesurado" últimamente de varios sectores e industrias por la zona de las Tres Chimeneas. "O por otras en desarrollo como La Catalana, los polígonos industriales o lo que hay alrededor de la Ciutat Esportiva Dani Jarque", añade el concejal.

José Antonio Gras durante la entrevista con Metrópoli

José Antonio Gras durante la entrevista con Metrópoli SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Contaminación

Una vez se puso manos a la obra por definir la estrategia de trabajo, se topó con dos colosos: la contaminación y las Tres Chimeneas.

Vivir entre una incineradora --la siempre conflictiva Tersa-- y una central de ciclo combinado es difícil, pero "no significa que sea la zona más contaminada de toda Catalunya", tranquiliza Gras. Habla con rigurosidad: "No hablamos de emisiones contaminantes, sino de inmisiones.  Agresiones ambientales o concentración de la contaminación en un lugar y en un momento concretos". 

Traslado de Tersa

Cierto es que con el arquitecto vinieron una serie de alegaciones contra el Plan Director Urbanístico Metropolitano (PDUM), el instrumento que ordenará en los próximos años el territorio en ámbitos como la movilidad, la infraestructura y el territorio. Dichas alegaciones fueron una medida de presión contra el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) para desmantelar la incineradora.

De hecho, Gras revela que la intención es que se traslade fuera de Sant Adrià. ¿Adónde? El arquitecto no revela tanto. Pero, "ya es el momento de que se aplique esa solidaridad compartida de la que tanto se habla. Antes, esto estaba desolado, pero ahora no podemos seguir incinerando aquí los residuos de cuatro millones de personas".

Un nuevo ecosistema

Sin duda, el mayor proyecto urbanístico en positivo es toda la transformación que supondrá la creación de un nuevo barrio junto a las Tres Chimeneas. Ya no se habla solo de los beneficios económicos que traerá, sino de un ecosistema completamente renovado. Y es que este enorme proyecto se apoya en tres esquinas. Un "triángulo de innovación", como aclara Gras.

Empieza con la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) que se alarga hasta Districlima --el vértice de la ingeniería y la energía--, el de las Chimeneas y el polígono del Sot --la parte audiovisual y digital-- y el polígono de La Verneda y Montsolís --lo industrial--. "Queremos que la gente se pueda formar y pueda quedarse en Sant Adrià", dice Gras, que complementa esta especie de promesa con una "obsesión": más tejido y actividad comercial.

José Antonio Gras durante la entrevista con Metrópoli

José Antonio Gras durante la entrevista con Metrópoli SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

Más vivienda

Parece que todo vendrá rodado. O es la intención. Más formación, igual a más trabajo --en teoría--. Y más trabajo igual a más posibilidades de acceder a una vivienda. Aunque este es un tema sensible. Mucha juventud no puede permitirse vivir en Sant Adrià. El mercado está tensionado y en el municipio hay muchas casas en mal estado. 

Por ello, el arquitecto opina que se debe, por una parte, crear un plan integral de rehabilitación de viviendas y, por la otra, incentivar a los pequeños propietarios a que saquen sus pisos al mercado. Y, cómo no, construir. "Que no significa especular". Pone la mira en las 1.783 nuevas viviendas que se levantarán junto a las chimeneas: "El 40% serán públicas y protegidas". Y todavía habrá más: donde actualmente se ubica la abandonada fábrica de cartón, por ejemplo, que se echará abajo y en otros solares municipales.

¿Gentrificación?

Pero, ¿esas viviendas realmente serán para los vecinos de Sant Adrià? ¿O existe riesgo de gentrificación? Desde el gobierno municipal se asegura que se está haciendo todo lo posible para que eso se cumpla, dentro de sus limitaciones.

"Necesitamos regenerar toda la zona porque vivimos entre focos industriales y hay que cosernos con Barcelona y Badalona", insiste Gras.

José Antonio Gras durante la entrevista con Metrópoli

José Antonio Gras durante la entrevista con Metrópoli SIMÓN SÁNCHEZ Barcelona

La Mina

Aquí toca hueso. Porque el barrio de La Mina también es una de las partes de Sant Adrià que está sufriendo una transformación. Nuevos pisos, nuevos hoteles. Todos con precios por encima de la media del municipio, hechos para el turista. No por nada el precio del metro cuadrado es el más caro de la ciudad. ¿Cómo evitar la gentrificación de estos residentes y conservar, a la vez, la comunidad que convive?

"Hay que diferenciar entre la gentrificación de las clases más humildes, que queremos preservar y mantener, y la de la delincuencia". Esta última, que es latente, no es bienvenida. "Pero no se trata de poner más policía, aunque sea disuasoria, porque eso no quita el mal. La prueba está en que a la que dejan de aparecer las fuerzas de seguridad, florece todo de nuevo".

¿Entonces? "Se tiene que trabajar La Mina desde muchas vertientes, desde la urbanística, la social, al económica y, por supuesto, la de la seguridad". Es decir, más actividad económica, más programas de formación, educativos, de inserción laboral...

El Sant Adrià del futuro

Para José Antonio Gras --como arquitecto que es-- cinco años vista significa pasado mañana. Pero visualiza un Sant Adrià mejor que ahora en 2030. Con un paseo de la playa del Litoral renovado --con su chiringuito incluido ya para este verano si es posible--, una C-31 trasnformada en una gran avenida de alta capacidad y una posible R1 que se soterrará.

La inercia, dice, "ya está ahí" y las condiciones políticas son las mejores para evolucionar. "Quien venga detrás, también podrá trabajar con los proyectos". Un legado que los sucesores de Cañete algún día recibirán encantados, como no ha sido en su caso.