
La farmacia más antigua en el centro Barcelona
El centro de Barcelona esconde la farmacia más antigua de la ciudad: una joya modernista famosa por su vidriera
Fundada en 1561, la actual Farmacia Fonoll, en Sant Pere Més Baix, conserva la puerta y la vidriera de Joan Espinagosa Farrando, además de gran parte del mobiliario original en el interior
A finales del siglo XIX y principios del XX, el Modernismo catalán fue símbolo de progreso. Y no solo engalanó edificios burgueses, sino que se infiltró en comercios cotidianos como las farmacias, convertidas, de repente, en lienzos inesperados para este arte.
Los farmacéuticos adoptaron este estilo artístico como una auténtica declaración de modernidad, higiene y gusto, y no solo en el recién nacido Eixample. También el barrio de Sant Pere, Santa Caterina i la Ribera, tras caer las murallas, fue permeable a las nuevas tendencias, y los boticarios se enzarzaron en reformar sus establecimientos a la moda para competir con los nuevos y atraer clientela con elegancia.
Cuatro farmacias con decoración modernista
Hoy podemos seguir las huellas de este pasado a través de estos locales conservados y aún en activo. Os propongo una ruta para descubrir cuatro de ellas: la Farmacia Comas (antiguamente, Salgàs Tolosa), en el número 5 de la calle del Rec Comtal; la antigua Farmacia Joaquim Cases, en la esquina de la plaza de la Llana con Corders; la Farmacia de Santa Caterina (antigua Dr. Diví), en la esquina de Carders con Giralt el Pellisser, y la Farmacia Fonoll, en Sant Pere Més Baix, 52.
Aunque todas merecen una visita, nos centraremos en la última, heredera de la Padrell.
Dentro de un sol radiante
Su ubicación actual se debe a su traslado desde la Ribera, forzado por la construcción de la Ciutadella. Es la farmacia más antigua de la ciudad, activa desde 1561.
Pero, aunque su origen está en el siglo XVI, ha llegado a nosotros con un espléndido vestido modernista, fruto de algunas reformas clave en 1894 y una intervención posterior atribuida a Manuel J. Raspall i Mayol en 1903.

Vidriera de la farmacia Fonoll
Magistral vidriera
En la fachada, pura elegancia artesanal, destaca la puerta de madera con sus escaparates colgantes, aunque la gran protagonista es la magistral vidriera emplomada y policromada superior.
Obra de Joan Espinagosa i Farrando, pionero del vidrio impreso, muestra con exquisito detalle plantas y flores que surgen de albarelos. Y, en tipografía modernista, el rótulo "FARMACIA PADRELL" con la fecha fundacional "1561", dentro de un sol radiante.
Agua del Carmen
Traspasar la puerta es como adentrarse en una cápsula del tiempo. De repente, el mobiliario modernista original te engulle entre armarios y vitrinas de madera noble con bajorrelieves. La vista se pierde en la parte superior, siguiendo el friso de tela pintada, toda una lección de plantas medicinales con los nombres en latín y utensilios farmacéuticos.
Sobre la puerta de la rebotica, en una pequeña hornacina se resguarda la Virgen María con el Niño. Aunque, sin duda, el elemento más espectacular es la lámpara de hierro forjado y vidrio verde, con rosas, tréboles y escudos.
Bajo esa obra de arte de luminaria, atribuida a Esteve Andorrà y galardonada en la Exposición Internacional de 1929, hay que hacer un esfuerzo cuando el farmacéutico pregunta “¿en qué puedo ayudarte?” para no acabar pidiendo unas pastillas del Dr. Andreu, un poco de láudano o una botellita de agua del Carmen.