
El pantano de Sau en una imagen de archivo
Sequía en Catalunya: los embalses que abastecen Barcelona vuelven a la normalidad tras los datos históricos
Las lluvias durante la primera parte de este 2025 han permitido llenar los pantanos y superar la grave crisis hídrica por la que atravesó el país, aplicando incluso restricciones
VÍDEO: El agua vuelve a brotar en las fuentes ornamentales de Barcelona tras la sequía
La situación de emergencia hídrica en Catalunya da un giro positivo e histórico. Tras más de dos años de restricciones por sequía, el sistema Ter-Llobregat —clave en el abastecimiento de agua para Barcelona, su área metropolitana y Girona— entra oficialmente en fase de normalidad, según ha anunciado este lunes, 12 de mayo, la consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Sílvia Paneque.
Este paso supone la culminación del proceso de desescalada por sequía en las cuencas internas catalanas, iniciado tras las lluvias persistentes de la primavera de 2025. Solo el embalse de Riudecanyes, en Tarragona, se mantendrá por el momento en prealerta debido a una recuperación más lenta.
Una recuperación excepcional
Actualmente, los cinco embalses principales del sistema Ter-Llobregat —Sau, Susqueda, la Baells, la Llosa del Cavall y Sant Ponç— almacenan un total de 474,36 hectómetros cúbicos (hm³), lo que representa el 77,50% de su capacidad total.

Imagen del pantano de Sau
Esta cifra representa un hito, no solo por ser un alivio inmediato para la población, sino porque supera la media de los últimos diez años (444,35 hm³) y queda muy por encima de la media del último lustro (365,52 hm³).
En cuanto a la capacidad de los embalses, Sau se encuentra al 76,68% de su capacidad, Susqueda al 68,55%, La Baells al 98,93%, La Llosa del Cavall al 71,90% y Sant Ponç al 90,87%.
Se trata del mejor dato desde 2021, cuando se alcanzaron niveles similares antes del inicio de la sequía prolongada.
Claves de la recuperación: lluvias sostenidas y deshielo
La mejora ha sido posible gracias a una combinación favorable de factores naturales. Las precipitaciones constantes entre abril y mayo, junto con el deshielo en las cabeceras de los ríos Ter, Llobregat y Cardener, han permitido que las entradas de agua superen el consumo diario durante semanas.
Además, al no tratarse de lluvias torrenciales, el agua se ha absorbido de forma efectiva sin provocar escorrentías o daños para la población y los bienes.

Las compuertas del embalse del pantano de Sau
Según los datos de la Agencia Catalana del Agua (ACA), la recuperación ha seguido un ritmo medio de más de 2 hectómetros cúbicos diarios, consolidando una tendencia creciente y sostenida.
El sistema Ter-Llobregat, fuera de peligro
Desde febrero de 2022, este sistema había atravesado todas las fases del plan especial de sequía, desde la prealerta hasta la emergencia. En momentos críticos, se restringió el uso agrícola, se limitaron los consumos urbanos y se redujo la presión de las fuentes ornamentales. Hoy, tras esta recuperación, se retorna a una situación sin restricciones ni medidas excepcionales.
No obstante, el Govern mantiene activas medidas estructurales de precaución, como el funcionamiento casi a pleno rendimiento de las desalinizadoras.
La nueva fase de normalidad entrará en vigor a finales de esta semana o principios de la próxima, una vez se publique en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya la resolución correspondiente del director de la ACA.

El pantano de Sau en una imagen de archivo
Desalación y resiliencia: planes para el futuro
En declaraciones tras reunirse en Madrid con el secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, Paneque ha remarcado la necesidad de "seguir reforzando la resiliencia hídrica de Catalunya" y reducir la dependencia de la lluvia.
En este sentido, ha avanzado que antes del verano se firmará el convenio para ampliar la planta desalinizadora de la Tordera, en Blanes (Girona), actualmente la segunda en importancia después de la del Prat de Llobregat.
La ampliación de estas infraestructuras forma parte de un plan más amplio para garantizar el abastecimiento sostenible ante un contexto de cambio climático cada vez más incierto.
Riudecanyes, única unidad en prealerta
El único punto que permanecerá en situación de prealerta es el embalse de Riudecanyes, en la provincia de Tarragona, cuyas reservas están en torno al 60 %. “Su evolución está siendo positiva, pero requiere seguimiento constante antes de levantar completamente las recomendaciones de ahorro”, ha señalado Paneque.