Persona sin hogar del Aeropuerto de Barcelona Barcelona
Barcelona frena el sinhogarismo que desborda el aeropuerto de Barajas: así es el modelo que Madrid mira de reojo
En el caso de la capital catalana, la Generalitat coordinó un trabajo conjunto entre las administraciones estatal, autonómica y municipal que ha demostrado ser eficaz para evitar los problemas de inseguridad que actualmente existen en Barajas
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La situación del aeropuerto de Madrid, con más de 400 personas sin hogar pernoctando en sus instalaciones, no solo ha hecho saltar las alarmas de la mayor infraestructura de transporte de España, sino que además ha puesto el foco en Barcelona como referente en la gestión del problema.
Hasta hace unos meses, el aeródromo de la capital catalana estaba sumido en una situación similar, con cientos de sintecho que no solo afectaban a la imagen del aeropuerto, sino que también protagonizaban comportamientos incívicos como robos, exhibicionismo, agresiones, amenazas e insultos.
Sin embargo, el reciente acuerdo a cuatro manos entre la Generalitat, Aena y los ayuntamientos de Barcelona y El Prat de Llobregat para atender a estas personas ha demostrado ser eficaz frente a los problemas de salud pública e inseguridad que actualmente afectan a Barajas.
Una persona sin hogar durmiendo en el Aeropuerto de Barajas
En este contexto, Madrid mira de reojo a la capital catalana, donde la coordinación entre administraciones ha permitido afrontar el sinhogarismo con resultados inmediatos. “Estoy preocupado por la situación de estas personas en el aeropuerto de Barajas. Es un tema que exige la máxima delicadeza en su gestión”, declaró el presidente de Aena, Maurici Lucena, en una comparecencia pública.
Modelo barcelonés
Un primer paso para mejorar el panorama del aeropuerto catalán fue la transferencia de las competencias de seguridad a los Mossos d’Esquadra, hasta entonces en manos de la Guardia Civil. La consellera de Interior, Núria Parlon, puntualizó que la policía no asumirá plenamente esta responsabilidad hasta el tercer trimestre de 2025, cuando se incorporarán las nuevas promociones.
Un margen prudente para reorganizar los equipos destinados en el aeródromo barcelonés, pero que, según el sindicato mayoritario de la infraestructura, ya ha contribuido a mejorar la percepción de seguridad, tal como señalaron a Metrópoli. “Está dando sus frutos”, aseguró Pol Mena, coordinador de CCOO.
Pasajeros esperando en el Aeropuerto de Barcelona Barcelona
Además, el Govern de la Generalitat ha anunciado una partida anual de 500.000 euros destinada a atender a los sintecho del aeropuerto de Barcelona. A todos ellos –más de 160– se les garantizará acompañamiento, atención de urgencias y cobertura de necesidades básicas.
La actuación también contempla la incorporación de tres trabajadores sociales –dos de ellos a tiempo completo– para la gestión de conflictos, así como la habilitación de una oficina, roperos, comedores sociales y alojamientos.
El convenio entre las distintas administraciones llevaba dos años en punto muerto, una de las principales causas, según CCOO, del repunte del sinhogarismo en el aeródromo.
Educadores sociales
En el nuevo acuerdo, el Govern se compromete, a su vez, a atender a las personas que malviven en chabolas o tiendas de campaña en los alrededores del aeropuerto, y no solo a aquellas que pernoctan en el interior. Según datos del propio aeropuerto, se trata de entre 30 y 80 afectados.
Además de los servicios previstos, la Generalitat destinará 140.000 euros del total asignado al Ayuntamiento de El Prat para la contratación de un educador social que atienda específicamente a quienes residen fuera de las instalaciones principales.
Duelo entre administraciones
En Madrid, en cambio, la situación es otra: la polarización política es tan grande que impide a las administraciones siquiera sentarse a diseñar una estrategia conjunta frente a una emergencia social.
Lo lamentó frente a la prensa el presidente de Aena, poniendo como ejemplo a seguir a la capital catalana. “En el aeropuerto de Barcelona se han dado casos análogos que se están resolviendo con diligencia por parte de las administraciones públicas y con la colaboración de Aena, respetando la responsabilidad de cada uno y, sobre todo, la ley”, expresó.
Maurici Lucena, presidente de Aena
Sin embargo, el Ayuntamiento de Madrid, responsable de los servicios sociales, se niega a afrontar el problema e intenta poner la pelota sobre el tejado de Aena. El gestor aeroportuario advirtió hace meses al consistorio y a la Comunidad de Madrid que el número de personas que pernoctan en las instalaciones iba en aumento, instando a ambas a solucionarlo.
“La actuación del Ayuntamiento de Madrid en estos meses ha resultado claramente insuficiente y las declaraciones de sus responsables políticos han confirmado su dejación de funciones y, por tanto, el desamparo de las personas sin hogar”, denuncian fuentes oficiales de Aena.
Acuerdo in extremis
El Ayuntamiento de Madrid y Aena acordaron el pasado 21 de mayo elaborar un censo que permita identificar y atender a las más de 400 personas sin hogar instaladas en el aeropuerto de Madrid. El alcalde de la capital española, José Luis Martínez-Almeida, confirmó el acuerdo tras una reunión con Lucena en la que se pactó que el registro esté finalizado el próximo mes de junio.
Según el alcalde, esta identificación permitirá que el Ayuntamiento de Madrid esté en disposición de “dar la mejor asistencia social posible en función de la problemática que pueda tener cada una de las personas afectadas”.
Una persona sin hogar durmiendo en el Aeropuerto de Barajas
Mientras tanto, Aena mantiene restringido el acceso nocturno a Barajas. Entre las 21:00 y las 05:00 horas, tan solo pueden entrar en las terminales quienes cuenten con tarjeta de embarque o acompañen a un viajero. La pasada noche del jueves, durante la segunda jornada del operativo, los vigilantes de seguridad impidieron el acceso a 210 sin techo.
Dos modelos de gestión
El contraste entre Madrid y Barcelona en el abordaje del sinhogarismo en sus aeropuertos no solo evidencia dos modelos de gestión distintos, sino la capacidad de las administraciones para cooperar ante una emergencia social.
Mientras en El Prat las medidas han comenzado a aplicarse con resultados visibles, en Barajas apenas se empieza a reaccionar tras meses de inacción.
El reciente acuerdo para elaborar un censo marca un primer paso en la capital, pero el desarrollo de una estrategia integral aún está por definirse. Un gesto que algunos tildan de “insuficiente” frente a un problema que desborda a la principal puerta de entrada a la capital.
