
La librería Byron en una imagen de archivo Barcelona
La literatura 'low cost' se expande en Barcelona: pequeñas librerías y gigantes se unen a la fiebre de la segunda mano
La reutilización de libros es una práctica cada vez más común: tres libreros explican a Metrópoli su apuesta por un método más barato y sostenible
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El libro usado ha encontrado su segunda vida. Y en ella, está escribiendo una nueva historia.
En un contexto marcado por la inflación, el consecuente cambio en algunos hábitos de consumo y una creciente preocupación por el medio ambiente, los libros de segunda mano se han hecho un hueco en las estanterías de muchos hogares.
Lo que antes podía asociarse solo a una necesidad económica o a una alternativa limitada, hoy es, también, una elección consciente y cada vez más popular entre jóvenes.

Estantería de la librería de Re-read en la calle Diputació de Barcelona
El atractivo de los libros usados reside, principalmente, en dos pilares: el precio y la sostenibilidad.
Con un coste medio de 19,99 euros por libro nuevo, según datos de Statista, el hábito de lectura puede representar un gasto mensual de alrededor de 60 euros para los lectores más constantes.
Una cifra difícil de asumir para los jóvenes, quienes, según la Federación de Gremios de Editores de España, conforman el grupo más lector, especialmente entre los 14 y los 24 años.
Desde Metrópoli hemos hablado con tres libreros que han apostado por la segunda mano, cada uno con su propio enfoque, para conocer a fondo cómo giran los engranajes del sector.
La Bohème, la recién llegada
En un bajo de la calle Rogent del barrio del Clot, la librería de segunda manos de Ingrid y Clàudia, dos hermanas gemelas de 27 años, cumplirá un año de actividad este 17 de abril.

Fachada de la librería La Bohème, en el Clot, Barcelona
"Cuando abrimos los vecinos del barrio nos decían 'pobres chicas, esto no tirará, los libros ya no valen nada'. Fue constante durante los primeros cuatro o cinco meses, era muy desmotivador", recuerda Ingrid.
Con el paso de las semanas, algunos de esos vecinos curiosos se convirtieron en clientes habituales, y, hasta ahora, La Bohème ha ido viento en popa: "No hemos tenido pérdidas, siempre nos ha ido suficientemente bien", apunta la librera.
Los mismos vecinos son los que llenan las estanterías. Ingrid y Clàudia pagan unos simbólicos 25 céntimos por libro (además de los que directamente les regalan), hacen un proceso de cribado y selección y los revenden todos a tres euros.
"Tres euros por libro"
"Viene mucha gente del Clot. Señoras y señores mayores, gente de 40 años, padres con sus niños, jóvenes… lo que les atrae es el precio, estamos hablando de tres euros", explica Ingrid.
De hecho, lo de abrir una librería que fuera de segunda mano tiene su porqué. Así lo cuenta la joven librera: "Cuando éramos adolescentes no teníamos dinero y solíamos optar por los libros usados. Estamos familiarizadas con el sector. Llevábamos años con el proyecto de La Bohème en mente y por fin nos lanzamos. Estamos en un momento en que nuestro gasto más importante es el alquiler, no tenemos otras responsabilidades, era hacerlo ahora o nunca". Y les está saliendo bien la jugada.
A pesar de la diversidad de perfiles que acuden a la librería, hay una dinámica de compra compartida por muchos. La mayoría no buscan un libro concreto, "van a ver qué encuentran y se suelen llevar más de uno", concreta Ingrid.
Re-read, el pionero convertido en franquicia
La rentabilidad de Re-read se explica justamente por la gran cantidad de libros vendidos. Un libro, cuatro euros; dos libros, seis euros; cinco libros, 12 euros, esa es la fórmula bajo la que opera la conocida franquicia de librerías low-cost fundada en Barcelona.
"Se llevan un promedio de 2,5 libros por persona. Eso es lo que hace que funcione", señala Nicolás Weber, cofundador de Re-read.
12 años después de su primera apertura en la calle Rosselló, la franquicia suma 58 librerías en 41 ciudades diferentes y, este 2025, Weber espera superar los dos millones de libros vendidos, una cifra que los ubicaría como el segundo grupo de librerías con más libros vendidos en España.

Fachada de una de las librerías de segunda mano Re-Read de Barcelona
Aquí también, el 99,5% de los libros que venden los compran a particulares por 0,25 euros la unidad.
Con una rotación de 200 libros que entran por 200 libros que salen por establecimiento, el ejemplo de Re-read se suma al éxito de la apuesta de las hermanas de La Bohème: el mercado de los libros usados no solo resiste, sino que se reinventa y se fortalece, impulsado por una sociedad que parece valorar tanto el ahorro como el impacto medioambiental de sus decisiones.
Llibreria Byron, donde conviven la primera y la segunda mano
Entre los barrios barceloneses de Sant Antoni y l’Eixample, en la calle de Casanova, la Llibrería Byron abrió sus puertas hace cinco años.
A diferencia de las otras dos historias, Byron no nace como una librería de segunda mano, pero tampoco como un simple punto de venta de libros de primera mano.

Interior de la Llibrería Byron Barcelona
El cofundador de la Llibreria Byron, Víctor Manuel Sánchez, la define como "un salón cultural", que recoge conciertos, charlas, conferencias, café y libros en un mismo establecimiento.
Eso sí, entre sus propuestas culturales, se ha dado importancia desde el primer momento al libro usado: "El libro de segunda mano es un pequeño tesoro que enriquece cualquier librería. Auténticas joyas literarias desaparecen de las estanterías de novedades de las grandes superficies y de los catálogos editoriales", comenta Sánchez.

Interior de la librería La Bohème
Así pues, complementan su oferta de las últimas novedades editoriales con una alternativa más accesible que permite a los lectores "redescubrir autores olvidados o ediciones especiales".
"La presencia de libros de segunda mano en una librería fomenta también la curiosidad y el hábito de lectura entre los más jóvenes, que encuentran en ellos una forma económica y estimulante de crear su propia biblioteca. Además, su precio accesible democratiza el acceso a la cultura", sentencia el cofundador de Byron.
Las grandes también se unen
El auge de este mercado es tal que gigantes del sector, como La Casa del Libro o Amazon, no han querido quedarse al margen y han incorporado la venta de libros de segunda mano a sus plataformas.
En sus páginas web, cuentan con secciones específicas que dirigen a los usuarios hacia vendedores externos, aunque en muchos casos los precios superan a los que suelen encontrarse en librerías especializadas en libros usados.
Las librerías de segunda mano se presentan como un puente abierto hacia las letras. Estos espacios, que mezclan historia, cultura y precios accesibles, ya se han convertido en lugares de culto para lectores y curiosos de Barcelona.