Interior del mercado de Sants

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Alerta en los mercados municipales del área de Barcelona: solo tres de cada diez vecinos compran producto fresco en ellos

Un estudio de la Diputación de Barcelona revela el retroceso de estos equipamientos clave en el ecosistema comercial local, frente al avance imparable de supermercados y grandes superficies

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Los mercados municipales del área metropolitana de Barcelona atraviesan un momento crítico. Apenas tres de cada diez vecinos de la provincia afirman comprar productos frescos en estos equipamientos, que tradicionalmente han sido el corazón del comercio de proximidad.

Así lo revela un informe de la Diputación de Barcelona (DIBA), que pone cifras al progresivo desplazamiento de estos espacios en las preferencias de los consumidores.

Según el estudio, basado en 7.307 entrevistas realizadas entre abril y mayo de 2024, los supermercados concentran el 48,9% de las compras de alimentos frescos, seguidos por las tiendas de barrio con un 38,4%.

Los mercados municipales, en cambio, apenas captan al 32% de los compradores en este segmento, que hasta hace poco era su principal bastión.

El informe no solo constata un cambio de hábitos, sino que plantea un desafío mayúsculo para las políticas locales de comercio: los mercados son ya la tercera opción en la categoría donde históricamente reinaban.

El mercado de Sant Antoni tras su reapertura

El mercado de Sant Antoni tras su reapertura

En otros apartados del consumo alimentario, su presencia es incluso marginal, quedando fuera del trío de preferencia que encabezan supermercados, tiendas tradicionales e hipermercados.

En el ámbito barrial, su cuota se reduce aún más, con un modesto 4,3% de usuarios que los eligen como punto de compra habitual.

Las ‘fugas’ comerciales también afectan, pero dejan margen

Uno de los conceptos clave del informe es el de las ‘fugas comerciales’: la decisión de los consumidores de desplazarse fuera de su municipio para hacer determinadas compras, especialmente en sectores como moda o equipamiento del hogar.

En el caso de la alimentación fresca, también se registran estas fugas, aunque los mercados logran mantener una cierta relevancia.

El 21,1% de los consumidores que salen de su localidad para adquirir alimentos frescos eligen hacerlo en un mercado municipal, una proporción solo ligeramente inferior a la de quienes se decantan por tiendas de barrio (22,4%) y notablemente menor que la de quienes optan por supermercados (47,6%).

En términos de proximidad, el 33,9% de los usuarios de mercados realizan sus compras dentro de su propio barrio, mientras que un 25,3% lo hace en otras zonas del municipio y otro 21,1% acude a mercados fuera de su localidad.

Un termómetro del comercio local

Más allá de los datos puntuales, la salud de los mercados municipales funciona como un reflejo del estado del comercio local en general.

Por ello, muchos ayuntamientos llevan años impulsando medidas de revitalización, conscientes de que el modelo de gran superficie ha cambiado el mapa comercial urbano.