
La estación de Gaudí durante la Navidad de 2008, luciendo una decoración especial de TMB pensada para ser contemplada por los usuarios de la L5 desde el tren.
La estación fantasma del metro de Barcelona que muy pocos conocen: jamás abrió al público
El suburbano barcelonés cuenta con un rincón enigmático en la L5 que se construyó en la década de 1960 en pleno desarrollo del Eixample
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El metro de Barcelona es cada vez más amplio y está en plena transformación y crecimiento. El suburbano, uno de los mejores de Europa gracias a su buen funcionamiento y su amplia conexión con toda la ciudad y otros municipios del área metropolitana.
Este 2025, el metro celebra sus 100 años --cumplió el centenario el pasado 30 de diciembre de 1924 y hay actividades organizadas durante todo el año--, y es un muy buen momento para recordar la historia y los secretos que esconde la red.
Una estación fantasma nunca abierta al público
En la L5 (azul), entre las estaciones de Sagrada Família y Sant Pau/Dos de Maig, se encuentra uno de los rincones más enigmáticos del subsuelo de la ciudad: la estación fantasma de Gaudí. Aunque muchos usuarios del metro han pasado por allí sin saberlo, esta estación nunca ha estado abierta al público.
Construida en la década de 1960, la estación de Gaudí fue proyectada como parte del crecimiento de la red de metro en pleno desarrollo del Eixample. Sin embargo, antes de su apertura, se decidió que no era necesaria debido a la corta distancia entre las estaciones adyacentes. Desde entonces, el andén ha quedado oculto a los ojos del gran público, aunque accesible desde ciertos pasillos técnicos.

La estación de Gaudí durante la Navidad de 2008, luciendo una decoración especial de TMB pensada para ser contemplada por los usuarios de la L5 desde el tren.
Otros usos: escenario para rodajes y punto de formación
Lejos de ser abandonada por completo, la estación ha tenido otros usos a lo largo de los años. El más conocido es su papel como escenario para producciones cinematográficas, anuncios y rodajes televisivos.
Su estética retro y el aura de misterio que la envuelve la convierten en un lugar ideal para ambientaciones urbanas subterráneas. Además, también ha servido como espacio de formación para ejercicios de emergencia y simulacros de evacuación.
Sin acceso desde la calle
Para muchos barceloneses, la existencia de esta estación es una auténtica sorpresa. No figura en los mapas oficiales, no tiene acceso desde la calle, y solo los trabajadores del metro y algunos privilegiados han podido visitarla.