
Bar Zipi y Zape de Barcelona
Adiós a uno de los bares más emblemáticos y culés del centro de Barcelona con 36 años de historia: "Nos vamos felices y satisfechas"
El local ha sido durante décadas un lugar de encuentro para seguidores del Barça
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El bar Zipi y Zape, también conocido como Can Manel, bajó la persiana para siempre el pasado 14 de mayo, marcando el fin de una era para los culés y los vecinos del Gòtic de Barcelona.
Ubicado en el número 34 de la calle Avinyó, este emblemático bar era mucho más que un local: era un templo para los aficionados del Barça y un punto de encuentro vecinal en los 36 años que se mantuvo en pie.
Un rincón culé con alma y tradición
Fundado a finales de los 80 por Manel Sirvent, músico y barcelonista apasionado, y su pareja Laura Mourao, el bar se convirtió en la sede de la Peña Barcelonista Mama Inés.
Durante décadas, su ambiente cálido, sus paredes decoradas con bufandas, platos y recuerdos, y su barra inconfundible fueron testigos de celebraciones, goles y tertulias interminables.

Interior del bar Zipi y Zape del Gòtic
El local reunía a una clientela diversa: vecinos de toda la vida, arquitectos, periodistas, bohemios, turistas despistados y culés incondicionales. Cada partido del Barça era un ritual: cuando llegaba el gol, sonaba la canción de Mama Inés y todo el bar se entregaba al baile y la alegría.
Cierre con relevo
"Sentimos no poder ofreceros una despedida. Los tiempos de gestión y traspaso no lo han permitido, sin embargo, tampoco la necesitamos. Hay lugares que no necesitan un final para seguir vivos", han explicado las hermanas Noemí y Sandra Sirvent en Instagram.
Afortunadamente, se han ido con buenas noticias. El nuevo propietario también es culé, y según anunciaron: "Hay pasiones que no se negocian".

Bar Zipi y Zape del Gòtic
Otro símbolo del Gòtic que desaparece
El cierre del Zipi y Zape se suma a la larga lista de bares históricos del centro de Barcelona que han desaparecido en los últimos años. Con él, se va otro trozo del Gòtic más auténtico, aquel que mezclaba tradición, vecindad y pasión futbolera.
Uno de los últimos en anunciar el cierre fue el restaurante Lluis de les Moles, que amaneció de la noche a la mañana con un letrero en su puerta.
"Con gran tristeza, les informamos que nuestro restaurante ha cerrado sus puertas definitivamente. Queremos expresar nuestro más sincero agradecimiento por su apoyo y lealtad durante estos maravillosos 25 años. Ha sido un honor y un placer servirles", habían escrito los propietarios.